UNIDAD 1. TEORÍA DE LA LITERATURA INFANTIL
1.2 Criterios para la selección de textos: Calidad
Los criterios para la selección de textos dependen del propósito y el público al que van dirigidos. Se podría decir que el juicio básico para
optar por una obra de literatura infantil es la calidad literaria y artística. Se considera de
gran importancia el aprestamiento hacia los niños, desde muy tempranas edades en el
disfrute de la literatura como deleite estético.
- Criterio estético y creativo.
Para escoger un texto es esencial tomar en cuenta la calidad literaria y artística; pero
asimismo es preciso cuidar de su calidad estética, no únicamente enfocada en su contenido,
sino que igualmente en la edición e ilustraciones que este posee, así como en el receptor
niño y en sus resonancias significativas. El criterio estético y creativo se refiere a la capacidad de apreciar, valorar y producir obras de arte o diseño con coherencia, originalidad y belleza. Es un concepto subjetivo que depende de la persona, el contexto y la cultura.
Es un apartado transcendental, ya que se debe tener en cuenta la
riqueza del idioma, su lingüística, su aporte al desarrollo estético y al mundo interior del niño.
Se lo utiliza para provocar belleza, para generar interés sobre sí mismo, interviniendo en él
la función poética. El escritor procura causar en
el receptor un conjunto de sensaciones de belleza, y creatividad mediante la forma que posee
su mensaje. Son permitidos todos los recursos expresivos. Esta función surge de igual
manera en el lenguaje coloquial; cualquier individuo, al cimentar su mensaje, escoge de
manera consciente o inconsciente las palabras.
A la hora de seleccionar una obra para niños se debe poner interés en el texto y sus cualidades relevantes. Un ejemplo interesante es el cuento “Caperucita Roja” de los
hermanos Grimm, del cual existen diversos ajustes y versiones, varias de ellas con muy corto
valor estético, que incluso alteran y cambian el sentido del cuento original, Cervera menciona
que no es sencillo descubrir los requerimientos literarios del infante receptor, conforme a su
desarrollo psicológico. Pero sí es pertinente que el autor y el educador pretendan conocerlas,
aunque sea en el marco de la aproximación y de la hipótesis.
1.3 CRITERIOS DE SELECCIÓN DE TEXTOS: RECEPTOR
El receptor sería quien instaura la comunicación ya sea en búsqueda de placer,
entretenimiento o ilustración ideológica y cultural. Varios autores sustentan que no deberían
escribirse libros específicamente para los niños, debido a que números libros clásicos de
adultos consiguen gustar a los niños en sus versiones originales, ni siquiera adecuadas; o
muchas veces los denominados libros infantiles no resultan idóneos para niños. son varios los componentes que
influyen y alteran la literatura infantil, tales como el desarrollo mental y los intereses de los
niños, pero en general se pueden instituir diferentes rangos por edades que pueden servir
de modelo al mediador de lectura, al cuidador, al bibliotecario, y en general, al educador.
- Literatura infantil por edad
El ajuste del libro de acuerdo a los intereses del infante es un tema que ha merecido varias
investigaciones y artículos, dada importancia. Las indagaciones realizadas sobre ese tema
han probado que el interés del infante por determinado contenido se relaciona a su edad.
Aquí se apuntan 5 fases de lectura como:
- La primera fase: Va de los 2 a los 5 años de edad, los niños muestran poca distinción
entre el mundo exterior y el interior, atravesando un largo ciclo de egocentrismo. Cabe
recalcar que los primeros libros brindados a un bebé deben contener objetos simples,
aislados, pertenecientes al medio en que se desenvuelven para que puedan identificados.
- La segunda fase: Comprende desde los 5 a los 8 años, se la denomina también “la edad
de la lectura del realismo mágico”, debido a que, en este periodo los niños se dejan llevar
por la fantasía, les llama mucho la atención los cuentos de hadas, donde se hace presente
la magia, y lo poético.
- La tercera fase: Entiende de los 9 a los 12 años, en este lapso los niños logran construir
“una apariencia práctica, realista, metódica, frente a un escenario mágico disfrazado”.
Continúa su interés por los cuentos de hadas, pero, ahora despierta más el interés por las
tramas que contienen aventuras.
- La cuarta fase: De 12 a 15 años, siguen experimentando la fase del “realismo y aventura”
ya dentro de un periodo preadolescente con rasgos de rebeldía propias de la edad, donde
los gustos por la literatura se inclinan por el romance y aventuras juveniles las cuales
involucran sentimientos.
- La quinta fase: De 15 a 17 años en esta fase final se exterioriza “el desarrollo de la esfera
estético-literaria de la lectura”, donde el lector es capaz de valorizar, el comprendido de las
historias más allá de la trama. La lectura pasa a ser mucho más diferenciada y abarca
historias de aventura del contenido más intelectual.
Comprende aspectos materiales, si bien es cierto la primera interacción del
niño con el libro se realiza mediante las impresiones visuales y táctiles que pueda llegar a
experimentar, entre ellas destacan la tapa, el tamaño, el formato, el peso, el espesor y la
calidad del papel, el tamaño y el tipo de letras utilizados, los colores, entre otras, estas
características tienen el poder de atraer o alejar al lector infantil, debido a que es mucho
más susceptible a esos temas que el adulto. La ilustración ocupa un papel significativo en el libro infantil y es uno de sus rasgos
caracterizadores por eso los diseños deben apuntar más de lo que ya está premeditado en
el enunciado verbal, evadiendo la mera descripción gráfica del texto.
1.4: TEORÍAS LITERARIAS PARA EL ANÁLISIS DE
TEXTOS.
El análisis del texto literario consiente una mayor comprensión de la distribución de la
obra, la interpretación y la valoración de una obra se precisan
por su subjetividad, pero a través del análisis se procura instituir los criterios que
establecen dicha interpretación y valoración.
Comprende la representación sintomatología de una sucesión de acontecimientos. En el
caso de la narración literaria, se recalca la importancia de la pragmática, el análisis del
discurso y la historia literaria. Narrar es la destreza que se posee para poder contar un
hecho el cual puede ser verídico o ficticio; se lo realiza generalmente desde una
perspectiva personal en la que se intenta profundizar más allá de lo visible, intuyendo en
la interioridad de los personajes como sus sentimientos, su carácter, personalidad, etc.
El narrador es capaz desde su posición contar lo que él cree apropiado, concentrando su
interés en ciertas ideas y eventos de modo que puedan conservar atento e interesado al
oyente. El ambiente es un tema muy importante en el análisis literario, que evidentemente es el
escenario donde acurre la obra. Todo dato expuesto debe ser revelador desde
el inicio hasta el final del cuento, sobre todo en la primera escena, porque es la que
engancha desde el principio y genera curiosidad, expectativas de lo que puede ocurrir
más adelante. En reiteradas ocasiones, el éxito de una narración se manifiesta al final;
por ejemplo, cuando el desenlace es imprevisto o cuando el lector se queda especulando
en las múltiples posibilidades que pudieron ocurrir.
Es el componente indispensable para la interpretación de cuentos, debido a que le da
sentido a la narración, tomando en cuenta la actitud del autor hacia una situación o
personaje. El tono es la voz del narrador, este indica también simpatías o antipatías del
autor, emociones y sentimientos proyectadas en el tono. Concierne a la duración en que se encuadra el relato. - Prolepsis o anticipación, el narrador cuenta el evento 1 antes que el evento 2,
cuando en la situación lógica y cronológica, este último había acontecido antes que
el primero.
- Analepsis o retrospección, radica en que el narrador, en el lapso de tiempo de
un acontecimiento encaja la narración de otro que había ocurrido previamente,
progresivamente hablando.
- La pausa, esta ocurre cuando se da un alto a la narrativa, y aquello no tiene un
tiempo semejante en la historia. Explicado de otra forma: realmente no hay existe
una escena por contar.
- La disposición
La manera de contar una historia, entre las características que asume, se encuentran las
expuestas a continuación: - La narración “ad-ovo”. - Se trata de una narración habitual desde que
nace la historia hasta que termina.
El narrador emprende la historia en el inicio de los sucesos, sigue una secuencia de manera
lineal y consuma al final de la historia.
- La narración “in media res”. - Se evidencia cuando el narrador da inicio a la historia en cualquier fragmento de los
acontecimientos, luego retrocede y vuelve nuevamente al sitio donde emprendió, para
continuar.
- La narración “in extrema res”. - Ocurre cuando el narrador da inicio a la historia en el final de los sucesos y retrocede al
pasado para poder justificar así la acción del presente. Aquello responde a la idea de un
narrador que comienza a relatar la historia desde el final y, repentinamente, retrocede al
pasado para contar la experiencia narrada y establecer por qué se llegó a esa resolución